Tiempo de lectura 17 minutos

NO a las pantallas…
Papi, mami, abu…
Esta, estaba por ser la entrada más aburrida en la historia de los blogs.
Estaba por salir a la luz una entrada que contaba que podías sacar a tu hijo de la pantalla de su teléfono con “caminatas”, “paseos por el campo” y mil cosas con las que nosotros mismos, en nuestra adolescencia, nos hubiéramos reído de alguien que nos propusiera algo así.
Pero no….
Hay que sacar a ese hijo, nieto, sobrino o loquesea de esa pantalla. Hay que poner acción. Hay que tentarlo con verdaderos manjares para que deje de lado el humilde perrito caliente.
Sabemos que lograr que los niños y adolescentes dejen sus teléfonos puede parecer una misión imposible, pero no se preocupen, estamos aquí para redescubrir el mundo más allá de los teléfonos con estrategias prácticas y emocionantes.
¡Vamos a hacer que sus hijos clamen por dejar sus dispositivos y participar en estas actividades!
Vayamos paso a paso y empecemos a indagar…
¿Qué dicen los estudios?
Cada vez más investigaciones advierten sobre los efectos negativos que tiene el uso excesivo de pantallas en la infancia. No se trata de una moda o de exageraciones, sino de datos respaldados por expertos en neurociencia, desarrollo infantil y salud pública.
- Alteraciones cerebrales y adicción: Investigaciones en neurociencia demuestran que el uso prolongado de pantallas modifica los niveles de dopamina en el cerebro infantil, aumentando la posibilidad de desarrollar adicción y dificultando la autorregulación emocional.
- Problemas visuales en edades tempranas: Estudios de universidades europeas han detectado un incremento alarmante en los casos de miopía infantil, especialmente en menores de 7 años que pasan varias horas al día frente a pantallas.
- Trastornos del sueño y mayor riesgo de obesidad: El uso nocturno de dispositivos se relaciona directamente con insomnio infantil, reducción en la calidad del descanso y un mayor sedentarismo, lo que a su vez favorece el sobrepeso.
- Retrasos en el habla y las habilidades motoras: En niños pequeños, el tiempo excesivo frente a pantallas puede sustituir momentos clave de interacción, juego libre y exploración motriz, fundamentales para el desarrollo del lenguaje y la coordinación.
¿Qué alternativas existen?
Decir “no” a las pantallas no significa dejar a los niños sin estímulo, sin diversión o sin opciones. Muy por el contrario, existen muchas actividades que aportan mucho más al desarrollo emocional, social y cognitivo que cualquier dispositivo electrónico.
- Lectura compartida: Una actividad sencilla, poderosa y profunda. Leer juntos fortalece el vínculo, estimula la imaginación y enriquece el vocabulario desde edades muy tempranas.
- Manualidades, arte y expresión: Pintar, modelar con plastilina, recortar, pegar. Todo eso estimula la motricidad fina, la concentración y la expresión creativa.
- Juegos de mesa y rompecabezas: Invitan al pensamiento lógico, a seguir reglas, a tomar turnos y a resolver problemas en familia.
- Juegos al aire libre: Subir a un árbol, correr, saltar en una plaza, andar en bici. El juego libre en exteriores es vital para un desarrollo físico y emocional sano.
Estas alternativas no solo reemplazan las pantallas, sino que construyen recuerdos y vínculos que duran toda la vida.
¿Qué pueden hacer las familias hoy?
No hace falta eliminar las pantallas de golpe ni sentirse culpables. Pequeños cambios pueden generar grandes transformaciones en la rutina familiar:
- Crear espacios libres de pantallas: Por ejemplo, que en la mesa o en las habitaciones no se usen dispositivos. Esto favorece la comunicación y el descanso.
- Establecer límites claros y visibles: Un cartel con los horarios de pantalla puede ser una herramienta visual para que los niños sepan cuándo pueden y cuándo no. La previsibilidad evita discusiones.
- Proponer actividades atractivas a cambio: En lugar de “quitar”, es mejor “ofrecer”. Una tarde de juegos, un cuento antes de dormir o una receta para hacer juntos pueden reemplazar perfectamente un rato de televisión.
- Dar el ejemplo desde el adulto: Si los mayores viven con el móvil en la mano, será muy difícil que los chicos hagan lo contrario. El cambio comienza con el ejemplo.
¿Qué puedes hacer hoy si tu hijo pasa mucho tiempo frente a una pantalla?
Cambiar hábitos lleva tiempo, pero hay pasos simples que pueden empezar hoy mismo, sin gritos, sin castigos y sin necesidad de ser expertos.
Conversa con tu hijo desde el respeto
Cuéntale por qué quieres cambiar la forma en que usan las pantallas. Usa frases como:
«Quiero que tengas tiempo para jugar más, moverte, estar con nosotros y descansar mejor.»
Establece una “zona de transición”
En vez de cortar de golpe, propón un “rato sin pantallas” por día. Puedes empezar con 30 minutos donde se elijan juntos otras actividades.
Prepara una “caja mágica” de recursos sin pantallas
Incluye cosas como bloques, libros, muñecos, rompecabezas, una linterna para juegos de sombras, instrumentos simples… Lo que tengas. La clave es que esa caja solo aparece en los momentos sin pantallas.
Usa temporizadores visuales
Para ayudar a anticipar el fin del tiempo de pantalla o del juego alternativo. Puede ser un reloj de arena, una app visual o un temporizador con sonido suave.
Observa sin intervenir al principio
Cuando propongas otra actividad, deja que se aburran un rato. A veces el “no sé qué hacer” es la puerta a la creatividad.
Súmate al juego al principio
Acompaña, aunque sea cinco minutos. Un adulto que se mete en el juego con entusiasmo es el mejor imán para sacarlos de la pantalla.
La magia de la lectura
¿Qué le gusta a tu hijo? ¿Superhéroes, aventuras, misterios? Encuentra libros que toquen esos intereses. ¿Es fanático de los cómics? ¡Perfecto, hay novelas gráficas alucinantes que pueden engancharlo! Acérquense a una librería y dejen que elija un libro que realmente le apasione. ¡O mejor aún! la persona que trabaja en la librería, con su experiencia sabrá en segundos para que lado corre la liebre y traerá dos o tres libros que lo cautiven.
Hagan de la lectura un evento emocionante: creen un rincón de lectura súper cómodo en casa, con almohadas y mantas. Pónganse en el lugar de él!!! Qué quieren ustedes cuando quieren leer? Almohadones? Café? Luz cálida? Una manta?
Acción!
No van a sacar al monstruo que se encerró en una cueva-habitación sin ofrecerle algo atractivo!
Pueden incluso organizar una maratón de lectura con premios por capítulos leídos. La clave es hacer que la lectura se sienta tan emocionante como un videojuego.
Empiecen pensando en “que le gustaría”. Pónganse en sus zapatos!
Fomenten el amor por la lectura creando un club de lectura familiar. Cada mes, elijan un libro para leer y discútanlo juntos. Hagan preguntas sobre los personajes, la trama y los mensajes del libro. También pueden relacionar la lectura con actividades creativas, como dibujar escenas del libro o representar partes de la historia. Pueden leerlo en voz alta tres o cuatro hojas cada uno e ir alternándose.
Se trata de tener IN-GE-NIO.
Juegos de mesa y cartas
Transformen la noche de juegos en familia en una competencia ÉPICA.
Juegos como el ajedrez o Catan fomentan el pensamiento estratégico, la resolución de problemas y la creatividad. Además, ayudan a desarrollar habilidades como la paciencia y la capacidad de planificación. También existen juegos de mesa cooperativos que promueven el trabajo en equipo y la comunicación efectiva, como Pandemic o La selva Prohibida, donde los jugadores deben colaborar para alcanzar un objetivo común.
¿Qué tal un torneo de Scrabble donde cada palabra cuenta puntos extras para un premio atractivo?
Inviten a sus amigos y creen equipos para juegos cooperativos como Pandemic, donde todos trabajan juntos para ganar.
Pongan sobre la mesa algo que les guste comer mientras juegan.
De nuevo, pónganse en su logar! A ustedes qué les gustaría? Jugar en una mesa chata y plana, o en una mesa con toda la vestimenta para la ocasión, bebidas y algo par picar?
Esto no solo hará que se desconecten de las pantallas, sino que también aprenderán a trabajar en equipo y resolver problemas juntos. Los juegos de mesa pueden ser tan adictivos como cualquier videojuego si se les da el enfoque correcto.
Los juegos de mesa y de cartas no solo proporcionan entretenimiento, sino que también ofrecen la oportunidad de enseñar valores importantes, como la honestidad y el respeto por las reglas. Además, jugar en grupo fomenta el desarrollo de habilidades sociales, como la comunicación, la empatía y la cooperación. Son una excelente oportunidad para desconectarse de las pantallas y conectar con los demás, creando recuerdos memorables con una partida de Uno.
Actividades al aire libre
Convierte una simple salida en una aventura. Organiza una búsqueda del tesoro en el barrio o un safari fotográfico donde el objetivo es capturar la imagen más espectacular.
¿A tu hijo le gusta el deporte? Prueben una competencia de parkour en el parque, con obstáculos y retos. Juro que le va a causar tanta gracia verlos intentar levantar una pierna con la escasísima movilidad comparada con la de ellos, que solo eso hará que la pasen bien.
Hagan una excursión a un lugar nuevo y hagan que sus hijos sean los guías, explorando y descubriendo cosas que normalmente pasan desapercibidas. La clave está en hacer que las salidas sean emocionantes y llenas de desafíos.
Cuantos perros llevas contados?
Cuántos coches amarillos?
Se llama COMPETENCIA y NADA los estimula más que eso.
Manualidades y arte
¿Tu hijo tiene un lado creativo? ¡Es hora de sacarlo a relucir!
Organiza retos de arte semanales: un día pueden ser pinturas abstractas, al siguiente esculturas de arcilla.
Monten una galería de arte en casa y exhiban sus creaciones.
Involúcrate y que sea él mismo quien te enseñe a hacer la masa con la que hace sus esculturas. ¿Hay algo que le guste más a un chico que enseñar lo que sabe hacer?
También pueden crear un canal de YouTube o una cuenta de Instagram para mostrar sus obras y ganar seguidores. Ellos más que nadie saben usar su teléfono, saquen partido de eso! Creen una cuenta en Instagram, suban sus obras, la carrera por conseguir seguidores empieza!
La idea es que se emocionen por expresar su creatividad y compartan su talento con el mundo.

Deportes y actividades físicas
Encuentra el deporte que realmente le apasiona.
Prueben diferentes actividades hasta dar con la que le haga vibrar. ¿Es fanático de los deportes de equipo? Empiecen por ver partidos y que sea él mismo quien mientras lo miran juntos te explique el reglamento.
Inscríbanlo en una liga de fútbol o baloncesto. ¿Prefiere algo más individual? El skate, el ciclismo o el parkour pueden ser perfectos. Organicen partidos en el barrio o retos deportivos en casa, y celebren cada pequeño logro. Que muestre cuales son las cosas que sabe hacer.
Hacer ejercicio puede ser tan divertido como cualquier otro juego, solo es cuestión de encontrar la actividad correcta.
Música y danza
¿Tu hijo es fanático de la música? Sabes que música le gusta? Que intérprete? Proponle aprender a tocar su canción favorita en un instrumento.
Pueden hacer sesiones de karaoke en casa y grabar sus propias canciones. Canten juntos! Diviértanse!
¿Le gusta bailar? Inscríbanlo en clases de baile urbano o hip-hop, y organicen competencias de baile en el salón de casa.
Será tu propio desafío que él se sorprenda y se ría de lo bien o mal que lo haces.
La música y la danza son formas geniales de canalizar energía y emociones, y de paso, ¡puede que descubran un nuevo talento!
Cocinar en familia
Convierte la cocina en un laboratorio de experimentos deliciosos.
Si la tarta se quema, que se queme! Mañana será anécdota!
Dejen que sus hijos elijan recetas divertidas y diferentes, y cocinen juntos como un equipo de chefs.
Pueden hacer competencias de cocina estilo MasterChef, donde el mejor plato gana. Involucrarlos en la preparación de las comidas no solo les enseñará a cocinar, sino que también fomentará la colaboración y la comunicación en la familia.
Y al final, ¡disfrutarán de una comida deliciosa! (o no jajajaja) El desafío será comerla si o si.
Organiza un taller de cocina donde tus hijos sean los chefs. Déjalos elegir recetas divertidas y ayúdales a prepararlas. Pueden hacer pizza casera, cupcakes decorados o una comida temática. Al final, todos podrán disfrutar de una deliciosa cena hecha por ellos mismos.
Proyectos de ciencia
Transformen su casa en un laboratorio de ciencia.
Hagan experimentos que sean visualmente impactantes, como hacer que los cristales crezcan o crear slime de colores. ¿Ustedes saben hacer slime? Empecemos distinto… ¿Saben lo que es el slime? Que ellos enseñen!
Organicen noches de ciencia, donde cada miembro de la familia presenta un experimento. Pueden incluso visitar museos de ciencia o planetarios para obtener más ideas.
La ciencia es increíblemente divertida cuando se ve desde una perspectiva práctica y emocionante.
Transforma tu cocina en un laboratorio de ciencia. Realicen experimentos como construir un volcán en erupción o lo que se les ocurra. Existen muchos kits de ciencia que facilitan estos proyectos. ¡La ciencia puede ser fascinante y muy divertida!
Voluntariado
Punto más que importante.
Enseñar empatía y solidaridad puede hacerse de forma divertida y gratificante.
Encuentren proyectos de voluntariado que les apasionen, como cuidar animales en refugios o participar en eventos comunitarios.
Hagan de estas actividades un proyecto familiar, donde todos colaboran y se apoyan. La heladera de casa tiene que estar plagada de imanes sosteniendo papeles con proyectos y cosas que hacer al respecto. Estimulen. Hagan que les dé ganas.
El voluntariado no solo ayuda a los demás, sino que también enseña valores importantes y crea un fuerte sentido de comunidad.
La clave para desconectar a los hijos de las pantallas es convertir las alternativas en algo tan emocionante y atractivo que ellos mismos quieran participar. ¡Esperamos que estas ideas les inspiren a explorar nuevas formas de entretenimiento y aprendizaje para sus hijos!

Y ahora algunas ideas frescas y emocionantes para mantener a tus hijos entretenidos y alejados de las pantallas en ocasiones:
Escape Room en casa
Convierte tu casa en un escape room (asegúrate antes de saber lo que es un escape room).
Crea pistas y enigmas que tus hijos deban resolver para «escapar» de una habitación. Puedes basarlo en temas que les gusten, como misterios, aventuras espaciales o fantasías mágicas. ¡Involucra a toda la familia y convierte una tarde común en una misión emocionante! Desde temprano, vistan la casa para la ocasión. Lo prometo, valdrá la pena.
Construcción de un fuerte
¿Quién no ama construir un fuerte? Usa mantas, cojines y muebles para crear un fuerte épico en el salón. Una vez construido, pueden leer historias de aventura dentro del fuerte, jugar a juegos de mesa o incluso tener una noche de cine improvisada con palomitas.
Solo se trata de indagar sobre que es lo que les atrapa y listo!
Noche de Talentos
Organiza una noche de talentos en casa. Anima a tus hijos a mostrar sus habilidades, ya sea cantar, bailar, contar chistes o hacer trucos de magia.
Pueden invitar a amigos y familiares a ser parte del «público». Que sus vecinos se mueran por saber que estará pasando en casa que se los escucha tan animados.
Además, graba el evento para tener recuerdos divertidos.
Búsqueda del tesoro
Prepara una búsqueda del tesoro en el jardín o en el parque cercano. Crea pistas y pequeños premios escondidos. Esto no solo es divertido, sino que también fomenta el trabajo en equipo y la resolución de problemas. ¡Una excelente manera de pasar una tarde al aire libre!
Competencias
Organiza competencias de lo que sea y adonde sea. Pueden incluir carreras de sacos, tiro al blanco con pelotas, salto de longitud y mil cosas más. Nada mueve más a un niño o un adolescente que competir. Que todos se rían de si mismos. Tiene que ser algo memorable. Hay que hacer que lo “ocasional” sea “habitual”. Hoy esto, mañana aquello y el fin de semana esto otro.
Invita a amigos, vecinos o familiares para que se unan. Y sino háganlo solos pero háganlo. No solo se divertirán, sino que también harán ejercicio.
Proyectos de bricolaje
Sé de chicos (y grandes) que no saben para que lado se ajusta y desajusta un tornillo. Involucra a tus hijos en proyectos de bricolaje.
Pueden construir una caseta para pájaros, decorar macetas o incluso restaurar muebles viejos. Internet está plagado de páginas donde puedes encontrar que hacer y sugerirles.
Estas actividades desarrollan habilidades prácticas y creatividad, y proporcionan un gran sentido de logro.
Hay mucho escondido detrás de esto.

El impacto psicosocial del uso excesivo de pantallas
Desde un punto de vista psicosocial, el uso excesivo de pantallas en niños y adolescentes puede tener varias consecuencias negativas. El tiempo prolongado frente a teléfonos, tablets y consolas puede afectar el desarrollo social y emocional de los más jóvenes. Por ejemplo, pasar demasiado tiempo frente a las pantallas puede interferir con las oportunidades de interacción cara a cara, esenciales para el desarrollo de habilidades sociales y la formación de relaciones saludables.
Además, el uso excesivo de pantallas puede contribuir a problemas de salud mental, como ansiedad y depresión. La exposición constante a las redes sociales y a contenido digital puede llevar a comparaciones poco realistas y a una baja autoestima. Asimismo, el exceso de estímulos y la sobrecarga de información pueden generar dificultades para concentrarse y aumentar el nivel de estrés. Es importante que los padres supervisen el contenido al que acceden sus hijos y establezcan límites de tiempo frente a las pantallas.
Es fundamental que los niños y adolescentes aprendan a manejar su tiempo de pantalla de manera equilibrada. Promover actividades alternativas que fomenten la interacción social, la creatividad y el bienestar físico, es una manera efectiva de contrarrestar estos efectos negativos.
En conclusión
Decir NO a las pantallas no significa rechazar la tecnología por completo, sino encontrar un equilibrio saludable. Al ofrecer a nuestros niños y adolescentes una variedad de actividades que no dependen de los teléfonos, les estamos brindando herramientas para desarrollar habilidades importantes y construir relaciones significativas. Además, les estamos ayudando a descubrir pasatiempos que podrían convertirse en pasiones a largo plazo.
Esperamos que estas ideas te inspiren a explorar nuevas formas de entretenimiento y aprendizaje para tus hijos. Recuerda que la clave está en el equilibrio y en fomentar un uso responsable de la tecnología.



Para profundizar en los efectos negativos del uso excesivo de pantallas, te recomendamos visitar los siguientes enlaces:
¿Te sientes identificado con esta situación?
¿Tu hijo también pasa más tiempo del que te gustaría frente a una pantalla?
¿Probaste alguna alternativa que te funcionó?
Cuéntalo en los comentarios. Entre todos podemos crear una red de ideas, experiencias reales y soluciones posibles.
¿Quieres una guía con actividades sin pantallas?
Estamos preparando un recurso descargable con ideas concretas, por edades, para jugar, crear y conectar en familia sin pantallas.
Si te interesa recibirla, déjanos tu email o escríbenos por redes y te avisamos cuando esté listo.
Recursos:
Como reducir el uso de las pantallas en niños y adolescentes. Leer
Efectos sobre la salud del uso excesivo de pantallas. Leer
La sobreexposición a las pantallas provoca alteraciones en el cerebro. Leer
9 de cada 10 adolescentes creen que deberían cambiar sus hábitos con las pantallas y algunos reprochan a sus padres que las usen más que ellos. Leer
Impacto de las pantallas en la vida de la adolescencia y sus familias en situación de vulnerabilidad social: realidad y virtualidad. Leer
Para crecer sanos, los niños tienen que pasar menos tiempo sentados y jugar más. (elegir idioma) Leer
Algunos libros:
365 actividades para jugar sin pantallas en familia. Amazon
150 actividades para jugar sin pantallas. Amazon
Recuerda: Solo se trata de inducirlo a hacer lo que le gusta hacer y no hace.
¡Gracias por leernos y esperamos que esta entrada te haya sido útil! Si tienes más ideas o experiencias que quieras compartir, no dudes en dejarlas en los comentarios. ¡Hasta la próxima!
TODO esto tiene que ser una aventura… un acontecimiento… algo que dentro de un tiempo rememoren diciendo “¿te acuerdas de la vez que…?”
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